Home > News > World Malaria Day 2018. Las enfermeras de Mont-Ngafula (R.D. CONGO) combaten la malaria con la educación.

“He intentado aprovechar al máximo el tiempo transcurrido aquí en Italia como becaria y estos tres meses han volado”. Olga tiene 30 años, estudió en el Instituto Superior de Ciencias de la Enfermería –ISSI de Kinshasa, en la R.D. del Congo- y, gracias a una beca de estudio, ha tenido la oportunidad de trabajar durante tres meses en la Universidad Campus Biomédico de Roma haciendo prácticas en diversos ámbitos de la cirugía.

“El Congo continúa viviendo en un clima particularmente inestable pero, a pesar de ello, la mayor parte de las muertes no son provocadas por la violencia de los conflictos, sino más bien por la malnutrición y sus consecuencias: la malaria y la inseguridad en la alimentación básica son un binomio que tiene consecuencias desastrosas, sobre todo entre los más pequeños.  La malnutrición crónica provoca la debilitación de las defensas inmunitarias y por tanto una mayor facilidad a la hora de contraer enfermedades endémicas, sobre todo la malaria”.

La República Democrática del Congo representa, con más de 24 millones de casos de malaria, el segundo país del continente africano en la difusión e impacto de esta enfermedad, principal causa de la morbosidad materno-infantil. Con una economía floreciente por los ingentes recursos naturales, el país sigue siendo de los más pobres del mundo y los cambios políticos actuales están teniendo consecuencias aún más devastadoras desde el punto de vista de la inseguridad de contar con una alimentación básica: un niño de cinco muere antes de haber cumplido cinco años y el influjo constante de refugiados (se calculan 3,7 millones) reduce considerablemente los recursos alimentarios del país. “La zona de Mont-Ngafula (donde se encuentra el ISSI) no sufre ahora mismo conflictos bélicos pero nosotros estamos dispuestos a servir en cualquier zona del país donde sea necesario. Una enfermera formada en el ISSI encuentra rápidamente trabajo porque nuestra preparación profesional y humana es excepcional”. El sistema sanitario de hecho carece de instalaciones, fármacos, pero sobre todo el personal carece de una formación adecuada, necesaria para mejorar la calidad de los tratamientos. “Los pacientes no se pueden permitir los tratamientos médicos. Para la malaria, por ejemplo, existen fármacos eficaces; si la enfermedad se trata a tiempo con el fármaco adecuado, las complicaciones se reducen, sin embargo, los excesivos costes de los fármacos hacen imposible que se lleven a cabo este tipo de tratamientos.  Y, entonces, a la espera de poder encontrar estos medicamentos a un bajo coste, con tests diagnósticos rápidos y gratuitos, nosotras, las enfermeras, nos centramos en la educación de las personas  y por lo tanto en la labor de prevención, teniendo siempre presente que la persona se encuentra al centro de los cuidados”. En este sentido, parte del trabajo del personal del ISSI es realizar actividades de sensibilización comunitaria, a través de campañas de movilización social, sesiones de formación, dirigidas a difundir la importancia de crear hábitos para prevenir la malaria, de modo que cada familia o madre embarazada comprenda la importancia de protegerse ella y de proteger a sus hijos y de acudir rápidamente a los servicios sanitarios a los primeros síntomas. “Cada iniciativa dirigida a personas con posibilidad de ser afectadas por este tipo de enfermedades, tiene siempre el objetivo de sensibilizar en temas higiénico-sanitarios porque el deber de una enfermera no se limita a la asistencia del enfermo sino que se extiende al cuidado de la persona”.

Adoptar soluciones sostenibles, en función de las necesidades de la población, es cuanto Olga ha aprendido en los años de estudio en el ISSI donde ha experimentado, como persona más allá que como estudiante, estar en el centro de la formación recibida. “Estoy muy agradecida por la ocasión que se me ha dado y que me ha permitido, gracias al apoyo recibido, convertirme en enfermera y poder después hacer unas prácticas en Italia. Es por ésto que mi prioridad ahora es desarrollar bien mi trabajo, colaborando en la formación de otras personas, devolviendo así cuanto se me ha dado”.

El 25 de abril es la Jornada Internacional contra la Malaria: es una ocasión excepcional para evidenciar la necesidad de invertir y sostener esfuerzos políticos para el control y la prevención de esta enfermedad. Es una ocasión, asimismo, para contribuir, cada uno de nosotros, a la formación de personas como Olga.

Apoya el proyecto de Harambee a favor del Instituto Superior de Ciencias de la Enfermería. Contribuye ahora.

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Harambee Africa International Onlus promueve proyectos de educación y formación en el África Subsahariana así como iniciativas de sensibilización sobre África en el resto del mundo.

 

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