Home > News > Mozambique: la historia de Rosalina y del proyecto que le ha cambiado la vida.

Rosalina es una joven de 17 años de Tete, Mozambique.

Es huérfana y estuvo en un orfanato hasta los 11 años, periodo en el que se trasladó a Chitima, a un centro de acogida de jóvenes de entre 10 y 18 años. En el centro, las jóvenes reciben formación humana y profesional para poder continuar con sus estudios (universidad y especialización) o emprender una actividad laboral autónoma. Muchas veces estas chicas ayudan en la formación de otras chicas continuando así con el trabajo que realiza el centro.

En Chitima Rosalina participó en laboratorios de pedagogía y formación humana, cocina y alimentación, gestión familiar y economía doméstica, higiene, salud y deporte, así como en laboratorios de actividad artesanal.

Su historia sufrió un tremendo bache al quedarse embarazada, una situación complicada y bastante común en su país. Gracias a la formación humana y ética recibida, decide tener a la niña y se traslada a casa de una tía suya para cuidar de ella. En esta situación, Rosalina aprovecha para poner en práctica sus conocimientos de cocina y economía doméstica para sacar adelante su familia: prepara postres y platos típicos, los vende en el mercado o en los colegios como merienda y poco a poco va ahorrando con gran responsabilidad.

Su vida entonces tomó un nuevo camino: “Me contactó la responsable del centro de Chitima para desarrollar el proyecto de iniciación de una escuela infantil en mi zona, de modo que otras madres jóvenes y sin recursos pudieran continuar con sus estudios dando, a la vez, la posibilidad a los niños de ser acogidos, bien atendidos e iniciados en una educación básica, todo ello por un precio sostenible para las madres y familias, en una estructura con unas condiciones básicas de seguridad y aprendizaje”. Es por esto que Rosalina se encuentra ahora en Roma, donde está haciendo unas prácticas en la escuela FAES-Petranova. En su estancia en Roma está aprendiendo de las estructuras, el material didáctico que se utiliza, el método educativo y las actividades que hacen los niños en la guardería y en los primeros años de educación infantil, mientras colabora en la secretaría del colegio aprendiendo también de gestión administrativa.

Rosalina está entusiasmada con la experiencia y no ve el momento de volver a Mozambique para iniciar su pequeña escuela infantil, junto a otras maestras. Lo que más le ha impresionado es la gran inversión que se realiza en la educación de los más pequeños: “He visto ya cambios en mi hija en muy poco tiempo, he visto cómo las diferentes actividades le han estimulado de tal manera que le han hecho más curiosa y atenta a la realidad”. Rosalina volverá dentro de poco a su país y tendrá, ahora sí, todos los instrumentos a su alcance para hacer realidad su proyecto!

Harambee Africa International, en el 2018, sostiene el proyecto Dignity-Mozambico y con él a tantas jóvenes como Rosalina. ¡Ayúdanos! Juntos podemos cambiar la vida de tantas jóvenes que, gracias a una adecuada formación, son capaces de cambiar la suerte de comunidades enteras. HAZ CLICK AQUÍ PARA HACER TU DONACIÓN