“No tenemos datos oficiales sobre el número de contagios en Enugu, pero es cierto que los casos van en aumento aquí en el hospital y los más afectados son los trabajadores de la salud“. Así lo afirma Ito Diejomaoh, Director del Niger Foundation Hospital, establecido en 1990 para prestar servicios de salud de calidad a la población más necesitada de Enugu, capital del estado del mismo nombre (antes Biafra, Nigeria).

Nigeria no está preparada para hacer frente a la emergencia sanitaria: el país carece de equipo de protección personal, los mecanismos de análisis rápido de hisopos son insuficientes y el colapso económico se ve agravado por la brusca caída de los precios del petróleo.

“Los hospitales privados no están equipados para tratar a los pacientes positivos; todos los casos sospechosos deben ser comunicados a un Departamento de Estado“. Además, la estación calurosa favorece la propagación de enfermedades prevalentes como el cólera, la fiebre tifoidea, la meningitis y el sarampión, pero “muchos hospitales han cerrado por temor a las infecciones por Covid-19 porque no están suficientemente equipados“.

El departamento de urgencias del Niger Hospital también está bajo presión: con la propagación del Covid-19, aumenta el número de trabajadores sanitarios enfermos “No hay mascarillas quirúrgicas, guantes, batas desechables, respiradores y el hospital no tiene ventiladores“. Garantizar la protección del personal médico es una condición necesaria para combatir la propagación del virus.

“Nosotros también hemos estado tentados de cerrar; entonces nos preguntamos: ¿qué pasaría con nuestros pacientes si hiciéramos eso? Es una responsabilidad que sentimos con demasiada fuerza y la respuesta de todo el personal fue unánime: ¡sigamos adelante! Pero necesitamos ayuda para detener la propagación y evitar que el país se convierta en una incubadora; en ese caso, sería un desastre para todos“.

Escuche el testimonio del Dr. Diejomaoh

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