Liliane Mwika es una estudiante de último año del Instituto de Ciencias de la Enfermería -ISSI, en Kinshasa. Viene de una pequeña aldea cerca de Lubumbashi, una ciudad del sudeste del Congo, en la provincia de Haut-Katanga, a la que le gustaría volver una vez que haya completado sus estudios. Lilian se beneficia de una beca para cubrir parte de sus gastos y para mantenerse hace trabajos ocasionales de fin de semana.

El ISSI ofrece formación profesional calificada desde 1997, en un país en el que la falta de infraestructura y la falta de personal calificado siguen limitando el acceso a la atención médica, en particular para las madres y los niños. “Es una institución líder en el campo, que proporciona a los estudiantes las habilidades necesarias para responder a las crisis sanitarias nacionales”, explica Candelas Varelas, Directora. “Los estudiantes del ISSI reciben formación para mejorar los servicios generales de salud a nivel nacional, con métodos de enseñanza modernos y apoyo personalizado mediante un programa de tutoría“.

Todo el curso de formación tiene lugar durante cuatro años u ocho semestres. Cada semestre académico tiene una duración mínima de 20 semanas, de las cuales 8 semanas se dedican a prácticas clínicas. Desde el año 2000, se han graduado 480 enfermeras, el 70% de las cuales han encontrado empleo.

“En el ISSI, el 80% de los profesores a tiempo completo son ex-alumnos. Esto significa que nuestros estudiantes son entrenados por un equipo preparado para asegurar la transmisión de la visión y los valores que deberían marcar la diferencia en el cuidado de los pacientes“.

Según los datos más recientes (2017), el 60% de las mujeres graduadas permanecen en la República Democrática del Congo y trabajan en el sector de la salud. En el CHME Monkole, el hospital de referencia en el área de salud de Mont Ngafula, el 48% de las enfermeras provienen del ISSI, donde ocupan puestos de responsabilidad.

En cambio, Liliane desea volver a su pueblo y ocuparse de un pequeño hospital que atienda a la población de la comunidad de la que procede. Por el momento, “la situación es complicada debido a las medidas de contención del Covid-19 y a la imposibilidad de trabajar“. Pero el entrenamiento continúa en el ISSI. El Instituto se ha dotado de los medios necesarios para impartir enseñanza a distancia y también continúa la fase de las pasantías, tan esencial en el curso de formación. Entre las chicas hay una gran motivación para hacerse útiles y también la conciencia de que las crisis son parte de la vida cotidiana.

Harambee apoya al ISSI en la gestión de la emergencia del Covid-19 y gracias al compromiso de los Comités de todo el mundo fue posible reunir y asignar 10.000 euros para contribuir a la realización de la enseñanza a distancia y proporcionar a los estudiantes todas las medidas de protección necesarias para poder hacer frente a las prácticas en los hospitales. Este año hay 28 chicas que podrán obtener su diploma y ponerse al servicio de una población que ya ha sido sometida a duras pruebas por la presencia estable de epidemias de cólera, malaria, tuberculosis, sarampión y ébola.

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