Los ministros de salud y los representantes de los países africanos, que se reunieron esta semana en el marco del Comité Regional para África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), expresaron su preocupación por las repercusiones de COVID-19 y subrayaron que la pandemia es un recordatorio conmovedor para los países que necesitan fortalecer sus sistemas de salud.

En la 70ª reunión del Comité Regional de la OMS para África -el órgano decisorio de la Organización-, que se celebró por primera vez en formato digital gracias a COVID-19, también se celebró el logro histórico de la erradicación del virus de la poliomielitis en África. Más de 500 personas asistieron a la reunión, entre ellas ministros de sanidad y funcionarios de 47 Estados miembros, así como representantes de organismos de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales, la sociedad civil, el mundo académico y los asociados para el desarrollo.

Desde que África confirmó los primeros casos de COVID-19 en febrero, el continente ha registrado más de 1,1 millones de casos. Los gobiernos africanos han reforzado las medidas de respuesta, como la mejora de la vigilancia, la detección y las restricciones de movimiento, que se adoptaron incluso antes de que el virus llegara al continente.

“Este virus no sólo ha afectado a nuestra salud, sino que también ha puesto a prueba nuestro modo de vida, los estándares sociales y las economías en general. En África sentimos rápidamente el impacto de la pandemia debido a la debilidad de nuestros sistemas de salud y a la mayor carga de morbilidad del mundo”, dijo el Primer Ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali.

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