Los nigerianos son comúnmente conocidos por su hospitalidad, trabajo duro y exuberancia. Estas características se expresan en nuestra afición a la celebración: nos encanta la fiesta. Nos gustan tanto las celebraciones que cada ocasión es una excusa para celebrar. En Nigeria celebramos todo y en todas partes. No está fuera de lugar ver las calles convertidas en sede de una fiesta; y cuando hay una fiesta, el tráfico, la contaminación y cualquier otro inconveniente pueden ser excusados. A veces también convertimos eventos malos o dolorosos como los entierros en una celebración de la vida o el divorcio en una celebración de la libertad. De hecho, no es raro confundir un funeral con una fiesta o carnaval – que dura hasta cuatro días, está lleno de música, baile, comida y bebida en abundancia.

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