Home > News > RD Congo. En el atormentado Sud-Kivu, la integración de los más vulnerables es una contribución a la paz

Continúan las actividades de formación profesional para jóvenes con discapacidad visual en Uvira. El objetivo es ofrecer a estos jóvenes especialmente vulnerables la posibilidad de integrarse a través del trabajo. “Desgraciadamente, en esta zona del mundo vivimos desde hace décadas en un estado de conflicto que afecta especialmente a los jóvenes y hace la vida imposible a quienes ya se encuentran en una situación desesperada”. El proyecto, promovido y gestionado por la Asociación RETINA, se desarrolla en Uvira, en el sur de Kivu, que, por su situación geográfica, sufrió las consecuencias de la primera y la segunda guerras del Congo y sigue siendo víctima de las terribles guerras tribales en curso.

A lo largo de los años, los conflictos lo han destruido todo: tanto las infraestructuras como el tejido socioeconómico, dejando huérfanos a muchos niños y abandonados a muchos adolescentes, provocando además un importante éxodo rural con graves consecuencias para la seguridad alimentaria de la población“.

La ciudad de Uvira es un nudo estratégico, al estar rodeada de yacimientos de minerales preciosos (coltán y cobalto), y también por este motivo sigue siendo el centro de continuos enfrentamientos.

Pero el deseo de paz es fuerte entre la mayoría de la sociedad civil local y la paz también se construye eliminando la pobreza y la marginación“. De hecho, RETINA trabaja en esta dirección, ofreciendo oportunidades de escolarización a los niños y formación laboral a los jóvenes más marginados, que sufren incluso graves discapacidades visuales.

Los datos disponibles estiman en medio millón el número de personas con discapacidad visual en el Congo, con tasas de ceguera ocho veces superiores a las de las regiones más avanzadas del mundo. La atención básica, incluso la simple atención preventiva, es considerada un lujo por personas que a menudo tienen graves problemas de supervivencia, y la mayoría de ellas no pueden llevar una vida digna debido a la falta de los servicios que necesitan.

Empezamos los cursos para los 100 primeros jóvenes con discapacidad visual, entre ellos 62 mujeres y niñas y 38 niños que habían abandonado prematuramente la escuela por complicaciones relacionadas con problemas oculares. Se han dividido en distintas áreas de formación, según su elección individual: artesanía, pastelería, gestión de pequeñas explotaciones, música“. El objetivo es, pues, facilitar su incorporación al trabajo, expresando todo su potencial.

El proyecto se inició en 2022 y durante la primera fase se pudo proporcionar a los primeros 50 niños una educación básica buena, adecuada e integradora. La Asociación también participa a un nivel más amplio en la definición de estrategias y acciones políticas y educativas para promover la autonomía de las personas con discapacidad visual.

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