Didier, 28 años, querría ver crecer su taller de moda. Gracias a tu ayuda, será posible formar profesionalmente a otros cientos de jóvenes.

Soy un chico de 28 años, casado y padre de dos guapísimos niños. Para mantener a mi familia he puesto en marcha un pequeño y rudimentario taller en mi casa, donde confecciono trajes a medida por encargo. Lo que sé de  costura lo he aprendido trabajando como aprendiz en otro taller de costura de la calle en la zona de Agoe -Nyivé, donde nací. Me gusta mi trabajo, que me permite ganar algo aunque no es fácil. He conocido a las madres canosianas del Centro de formación profesional “Madre Agata Carelli hace dos años y desde entonces, cuando puedo voy para recibir orientaciones y mejorar mi trabajo. El pasado abril he tenido la suerte de participar en un curso de dos días de formación sobre las técnicas de modelísitica y confección impartido por Alice, una profesora de una Escuela de Moda italiana, que había venido a colaborar con las madres canosianas. Ha sido una experiencia muy buena e importante para mí. He comprendido que mejorar la calidad de mis vestidos es muy importante para tener más clientes y poder mantener con dignidad a mi familia. Sueño con llegar a ser un sastre muy conocido y ampliar mi pequeño taller para poder ofrecer a los jóvenes que hagan el aprendizaje de este bonito trabajo con migo.