- Promotor: ASA – Acção Social Arcidiocesana
- Beneficiarios: 250 mujeres de entre 14 y 40 años, 260 niños de 0 a 18 meses de edad.
- Contribución de Harambee: 17.000€
Descripción
Contexto:
El área donde se realizará el proyecto será Marrere, al norte del país, donde la mayor parte de la población vive de una agricultura de subsistencia que no aporta adecuados niveles nutricionales con consecuencias perjudiciales para la salud. En el área faltan agua potable y energía eléctrica constante y las infraestructuras médicas son insuficientes. El acceso a los servicios sanitarios resulta, además, difícil por las grandes distancias que existen entre un centro de salud y otro, ya que hay que recorrer al menos 20 kilómetros a pie. Los más vulnerables de la población son las madres y los niños, principales beneficiarios de esta actividad.
Objetivo:
El objetivo del proyecto es mejorar a nivel nutricional y sanitario a los niños de área de Marrere y Nampula en Mozambique, mediante un programa de formación en temas de salud, higiene y nutrición destinado a las madres en situaciones marginales. Con esto se pretende, por lo tanto, incrementar la calidad de la alimentación, reducir la difusión de las enfermedades mediante el aprendizaje de prácticas higiénicas correctas y reforzar la actividad de las mujeres en el campo de la puericultura.
Lucrecia tiene 8 meses y está desnutrida. Gracias a tu ayuda su madre aprenderá a cuidarla mejor.
“Cocinamos debajo de un árbol, porque no tenemos cocina. No tenemos agua, ni electricidad” cuenta Eugenia Ferreira, una de las enfermeras que trabaja en el proyecto. “Queremos enseñar a las madres jóvenes cómo cuidar a sus hijos y no es fácil: los escasos medios a disposición y las malas costumbres que se han transmitido de generación en generación, hacen todo más difícil”. Las clases de cocina son parte del programa que Harambee promueve, junto con nociones en materias de higiene y de salud. “Una de las mayores dificultades es, por ejemplo, convencer a una madre seropositiva de que renuncie a la lactancia natural y utilice leche artificial; pero poco a poco, gracias al programa que llevamos a cabo, las cosas están cambiando”. Eugenia cuenta el caso de Lucrecia que tiene 8 meses, está desnutrida y tiene necesidad de atención hospitalaria. La madre no consiguió hacerse el test dell’HIV. La niña nació en casa y durante los 8 primeros meses de vida, como suele ocurrir, no tuvo ninguna atención médica. “Se trata de educar la capacidad de las madres en el campo de la puericultura: esto tiene una gran repercusión en la calidad de vida de los niños: cada día conseguimos pequeños -grandes- resultados”.